Volver al día a día

Este texto lo escribo para ti mamá, y quiero contarte algo que siento puede ayudarte a llevar esa vuelta al día a día desde un lugar más calmado.

Vamos a tratar  poco a poco de transformar momentos de agobio y malestar en momentos de bienestar.

Empieza el mes de septiembre y volver al día a día en un hogar con niños no es tarea fácil.

Necesitamos volver a ordenar todo aquello que en el periodo de vacaciones hemos flexibilizado.

Nuestra mente empieza a bombardearnos con frases como:

  • Tengo que conseguir que se vayan antes a dormir.
  • Tengo que empezar a adelantar la hora de cenar.

Y quizá sin darnos cuenta volvemos al “tengo que” y en ese aluvión de exigencia que nos imponemos nos entra un agobio terrible.

¿Te identificas con este escenario? 

Realmente todo esto que está presente en nuestra mente, puede llegar a abrumar y hacer que sintamos mucho malestar.

Y esto es así debido a que nos colocamos en un lugar que nos lleva a sentirnos llenos de obligaciones que cumplir. Y las obligaciones impuestas no nos suelen gustar mucho.

Como consecuencia de tratar de llegar a todo, nos olvidamos de nosotras, y de nuestras necesidades. ¿Te suena?

Y también nos olvidamos de cuales son las necesidades reales de nuestros hijos para sentirse seguros dentro del hogar y que todo sea más llevadero.

Para poder transformar este escenario de malestar te invito a que reflexiones sobre una palabra clave:

PRESENCIA

En mi experiencia como mamá he vivenciado que darme presencia y dar presencia a mi familia ha sido la clave para la transformación en mi hogar y en el día a día.

Y te preguntarás, ¿cómo empiezo a darme presencia, si no tengo tiempo ni para respirar?

Te invito a un primer paso que es parar. Dedica cada día unos minutos a parar, conecta con tu respiración y trata de ver cómo te sientes. Observa tratando de no juzgarte y acogerte con amor con lo que sea que se manifiesta en ti.

El concederte estos minutos de presencia te va a ayudar a estar más conectada contigo y poder identificar qué necesitas.

Una vez que te has concedido esos minutos para ti, será más fácil poder acercarte a tus hijos y observar qué necesitan.

Tus hijos lo que necesitan sobre todo en su día a día es sentirse seguros. Sentir que cuando están en casa su mamá está ahí para escuchar, abrazar o simplemente observar y poder atender lo que necesitan. 

De este modo el día a día será más llevadero y no entraremos tan fácilmente en la rueda del “tengo que” olvidándonos que cada día es importante parar y pensar cómo estamos y cómo están nuestros hijos.

Los niños más que rutinas marcadas lo que necesitan es sentir que su casa es un puerto seguro al que poder acudir sea cual sea la circunstancia que están viviendo.

Y caminar hacia construir ese lugar seguro  en el hogar, es algo en lo que trabajamos cada día en nuestros hogares y queremos ir mostrando cómo hacerlo en cada uno de los hogares de los que estáis leyendo esto.

Los niños necesitan esa presencia real por parte de su mamá.

Tu hogar se convertirá poco a poco en un lugar seguro para ellos, y al que querrán acudir porque se sentirán acogidos desde la escucha y el amor.

En este nuevo ciclo que comienza tras el verano es muy bueno para nuestros hijos que podamos observarlos e identificar qué pueden estar necesitando de nosotras.

Os invitamos a que dediquéis un tiempo a parar y reflexionar sobre esto.

Responsabilizarnos de esta gran labor de crear hogar y que nuestros hijos se sientan seguros, son las bases para que el día a día y el hogar se vayan transformando en un lugar de mayor bienestar para todos.

¿Te unes con nosotras a ir transformando tu casa en  un hogar más cálido?

Si sientes que necesitas ser acompañada en tu maternidad o tienes alguna dificultad concreta:

Esperamos que esto te inspire en el camino de conectar corazones en el hogar.

Un cálido abrazo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *