Hogar dulce hogar

Pensando en cómo transmitiros lo que para nosotras significa conexión me viene a la mente una amiga que conozco desde la infancia. No vivimos en la misma ciudad pero la siento siempre muy cerca.

Poder tener a alguna persona que sabes que va a estar ahí, pase lo que pase, es un regalo inmenso y te reconforta. Y así lo siento yo con ella.
Quizá te preguntes, ¿qué es lo que hace esa amiga para que yo me sienta tan bien?

  • Me siento escuchada 
  • Me siento aceptada tal y como soy
  • Me siento sostenida  

Y os cuento esto porque para nosotras este proyecto que construimos hace ya tres años tiene ese propósito. Queremos que a través de lo que hacemos te sientas escuchada, aceptada tal y cómo eres y sostenida.

Y una vez que emocionalmente te sientas acogida, podrás entonces acoger a tus hijos de esta misma forma en tu hogar. Y que tu manera de vivir y de ser en tu hogar vaya en la dirección de una mayor conexión entre todos.

Por eso te invitamos a que te nutras de espacios y personas que te ofrezcan este sostén tan necesario para poder sentirte bien y ofrecerlo en tu hogar.

Desde la crianza consciente la invitación es poner el foco en el sentir, ir un poco más allá de lo visible.

Trata de relacionarte con tu hijo desde lo que siente y necesita, empieza a observar para poder identificar cómo se puede estar sintiendo en este momento que está viviendo y empezar a entender qué es lo que realmente puede estar necesitando.

  1. ESCUCHA: pon el foco y la atención en lo que te está diciendo tu hijo, tratando de que sienta que lo que tiene que contar es importante.Sin interrupciones, sin juicio ni crítica.
  2. ACEPTACIÓN: abrazando todo de él, que sientan que lo quieres por lo que ya es.
  3. SOSTÉN: que te sienta a su lado y se sienta seguro.

Te invito a que trates de recordar esto cada vez que tu hijo se acerque a decirte algo, o cuando veas que está en un momento de dificultad. Observa y confía que el inicio de un bonito cambio de mirada pueda suceder en ti.

Y volviendo a la reflexión inicial, estas tres herramientas tan poderosas, es lo que hace que me sienta segura y conectada a esa amiga a la que acudo para todo. Es la persona que viene a mi mente cuando me ocurre algo buenísimo y también cuando me ocurre algo que me ahoga. Se que me voy a sentir reconfortada en cualquier situación y me nace compartirlo con ella. 

¿Te gustaría que tu hijo tuviera este sentir contigo?

Si se lo preguntaras ahora, ¿qué crees que te contestaría?

Te animamos a que elijas tomar la responsabilidad de construir un hogar desde ese vínculo que nos sana y reconforta a todos.

Nunca es tarde para  reparar lo que te ha distanciado de tu hijo para tener un hogar mucho más cálido y en paz.

Un fuerte abrazo,

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