Conflicto entre hermanos

Algo que he vivido, me ha dado de nuevo luz sobre de dónde pueden venir algunos de los conflictos que se repiten una y otra vez entre los hermanos.

Os voy a compartir un día de conflicto entre mis dos hijos durante estas vacaciones de verano.

Situación: mi hijo mayor Mateo de 9 y Darío de 6 años están jugando con Lego.

Mateo, quiere que el juego sea de una determinada manera y entonces el pequeño no quiere que sea así.Empiezan a no estar de acuerdo y entonces el mayor al no encontrar herramientas para convencerlo se enfada.

Darío, el pequeño usa las herramientas que tiene y protesta diciendo a su hermano que no es justo, porqué tiene que hacer siempre el mismo personaje en el juego.

Yo siento que se genera una energía de malestar entre los dos.

Mateo le niega algo que Darío necesita y salta el conflicto de necesidades no satisfechas.Finalmente Darío acude a mí llorando.

Me empiezo a sentir mal. Por dentro me invade una rabia terrible, y pienso y me pregunto

¿Qué me está pasando a MÍ con lo que mis hijos están manifestando a través del juego?

Estoy sintiendo

  • Malestar
  • Rabia
  • Alteración en mi ritmo cardiaco

¿Qué es lo que REALMENTE está detonando esa CONEXIÓN con algo interno en mí que me incomoda?

Y entonces yo (que soy la adulta) me coloco del lado del pequeño. 

Esta situación me conecta con mi infancia y lo que yo vivía en mi casa cuando tenía algún conflicto con mi hermano pequeño.

El escenario es el siguiente, Mateo quiere pegar a Darío y yo interfiero y digo a Mateo que no pegue, que use sus palabras y que tiene que actuar desde la calma con su hermano pequeño. ( Pensando que en un momento de malestar mi hijo de 9 años puede hacer todo eso).

Mateo desde su terrible malestar en ese momento, me responde que no quiere tener hermanos «Mamá siempre me molesta , siempre se mete en mis juegos. QUIERO SER HIJO ÚNICO».

Y a mi me vuelve a invadir algo por dentro incontrolable que me lleva de nuevo a un mar de emociones reprimidas en mi infancia y contesto:

«No puedes hacerlo así Mateo, tienes que respetar a tu hermano y no golpearle si hace algo que te hace sentir mal»

Pero Mateo sigue buscando a Darío para intentar pegarlo y así disminuir la carga de su ira y malestar en ese momento.

Finalmente salta mi reacción emocional automática (REA’s) y cojo a Mateo por el pelo para sacarlo de ese escenario. 

En ese momento, ni por asomo me doy cuenta de lo que estoy provocando en mis hijos, estoy actuando desde la emoción incontrolada.

Estoy conectando con esa ira y malestar consecuencia de mi conexión con algo mío que no he resuelto. Probablemente venga de mi infancia.

Mi reacción es echar fuera de casa a Mateo con un grito y empujándolo. Le grito «¡No pegues a tu hermano! (¿ y yo qué estoy haciendo?)

Siento que Darío se queda dolido al ver la situación y va a buscar a Mateo. Yo le digo que no vaya.Entonces Mateo coge el personaje de lego que le estaba negando y se lo da desde un malestar terrible con lágrimas en los ojos.

A mi me empieza a invadir un sentimiento de culpa tremendo y me acerco al cabo de unos minutos a ver a Mateo y le pido disculpas. Siento que me va a salir algo así como “ disculpa , pero es que ….” Pero paro a tiempo ese impulso para justificarme y pongo palabras a como se puede estar sintiendo él.

Me doy cuenta que he actuado desde el piloto automático y desde lo que yo recibía cuando era niña.

En ese momento más allá de sentir culpa siento que me queda mucho por trabajar. Y eso me reconforta. Me he dado cuenta del origen de mi malestar y también desde ahí puedo empatizar y conectar con el malestar de mis hijos.

Y lo más importante es que he aprendido que mis hijos no necesitan una mami perfecta, necesitan una mami honesta. Y que pueda desde ahí conectar con ellos, poder poner palabras a su sentir y al mío. Eso me reconforta mucho, y siento que a los niños también.

Cada día ellos me enseñan y yo agradezco el colocarme en este camino de poner conciencia a mi día a día en el hogar.

¿Y de dónde siento que pueden venir los conflictos entre hermanos?

Yo siento que algunas ocasiones, debajo de todo lo que sucede y vemos, hay algo mucho más importante y menos visible.

Lo que nos va a dar la clave de DÓNDE HAY QUE TRABAJAR.

TODOS LOS NIÑOS NECESITAN LA MIRADA Y ATENCIÓN AMOROSA DE MAMÁ.

Y más allá de sentir culpa o carga, lo que siento es una responsabilidad de trabajar en MÍ para poder ofrecerles herramientas ante cualquier conflicto.

Que no tengan que colocarse en esa lucha y pasar lo que yo he pasado.

Lo que trato de transmitir compartiendo esta vivencia es la importancia de OBSERVAR QUÉ HAY REALMENTE debajo de los conflictos. 

Os invito a OBSERVAR MÁS y REACCIONAR MENOS.

Os dejo una frase que a mi me parece muy inspiradora

SOMOS MAMÍFEROS Y NECESITAMOS DE MIRADA Y ATENCIÓN PARA PODER PERMANECER CONECTADOS CON NUESTRA VERDADERA ESENCIA.

Si esto ha resonado en tí y crees que necesitas más:

Esperamos que esto te inspire en el camino de conectar corazones en el hogar.

Un cálido abrazo.

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