¿Qué te pasa por dentro cuando tus hijos se pelean?
¿Qué sientes cuando ves que hay celos en tus hijos?
Suele ocurrir que cuando una situación de conflicto sucede, tratamos de frenarla con las herramientas que tenemos. Nos da la sensación de que esta reacción, puede ser consecuencia de nuestra constante huida de escenarios que no nos gustan.
Esta reacción de huida casi irrefrenable brota en nosotros y cuesta pararla.
¿Cómo vas a poder sostener y acompañar las peleas y los celos en tu hogar?
Como os comentamos en el artículo del mes pasado, es importante identificar cuál es el origen de las peleas y los celos entre tus hijos.
Si identificamos cuál es la causa del conflicto, es más fácil poder actuar en lugar de reaccionar.
Te ponemos un ejemplo del día a día en el hogar:
Imagina dos hermanos, y que cada vez que uno coge algo para jugar, el otro trata de arrebatárselo. Seguramente aquí surja un conflicto y esto lleve a que se inicie una pelea entre ellos.
O una situación en la que uno de tus hijos está continuamente enfadado con el otro y te verbaliza que quieres más a su hermano que a él. Aquí podríamos identificar posibles celos.
Te invitamos a que trates de visualizar la última pelea o situación de celos que haya sucedido entre tus hijos y te hagas estas preguntas.
¿Qué siento en mí cuando veo esto entre mis hijos?
¿Cómo suelo responder ante estos sucesos?
Vamos a darte dos palabras que nos parecen clave:
- REACCIÓN: es involuntaria. Es algo que brota en mí sin poner intención.
- ACCIÓN: es voluntario. Es algo en lo que sí pongo intención.
Si ante cualquier pelea o celos que veas que está ocurriendo en el hogar con tus hijos, en lugar de reaccionar tratas de accionar, los resultados van a ser distintos.
Para poder ponerte en acción en lugar de reaccionar, te vamos a invitar a que cuando veas una pelea o un arrebato de celos, te hagas estas dos preguntas sobre tus hijos antes de hacer o decir nada.
- ¿Qué puede estar necesitando?
- ¿Qué puede estar sintiendo?
Con esto que te estamos contando tratamos de decirte que debajo de esa pelea y esos celos hay un malestar. Una necesidad que no está siendo recogida. Tener la capacidad de identificar el origen de ese malestar es lo que te va a dar la clave del cambio.
Como comentamos en el artículo anterior, las peleas entre hermanos, tienen su origen en una necesidad no satisfecha. Suele ocurrir que algo que necesita o que quiere en ese momento no lo está obteniendo (puede ser un objeto o que necesite separarse de una situación que lo está incomodando) y es un enfado o frustración más puntual.
En cambio los celos tienen su origen en una necesidad emocional y suelen ocurrir en momentos en los que de un modo aparente no está sucediendo nada visible pero en el interior del niño hay una necesidad irrenunciable, y esta, es la presencia real de su mamá.
Ahora, una vez que identificas el origen puedes usar las herramientas que te nombramos aquí para tratar de minimizar el malestar y sostener situaciones conflictivas:
- Observar la situación y a los niños.
- Entender realmente qué hay detrás de ese comportamiento. Trabajar poco a poco en descodificar esa emoción que lo desborda y que le lleva al conflicto.
- Identificar cuál es el origen de esa emoción.
- Comprender lo que ellos están transitando. Ponernos en sus zapatos y a través de una escucha activa que sientan que su emoción es importante.
Una vez que ya hemos comprendido qué sucede, te compartimos a continuación estas acciones que poniéndolas en práctica cada día muy probablemente hará que recojas frutos distintos en tu relación diaria con ellos:
- Acércate: estar en el lugar donde ocurre el conflicto ayuda a conectar un poco más con lo que está sucediendo.
- Establece contacto visual: esto va a ayudar a que tu hijo sienta que estás ahí y que lo que le sucede es importante.
- Nombra lo que está sucediendo: sin emitir juicios, diles lo que estás viendo. Por ejemplo en una pelea porque uno quiere lo que tiene el otro, puedes usar la frase “estoy viendo que los dos necesitáis el mismo objeto y estáis muy enfadados” y cuando la situación se calme un poco si es que es muy tensa puedes usar la frase “podemos acordar algún modo para que los dos podáis usar lo que necesitáis por turnos, ¿Qué se os ocurre?”
- Pregunta qué necesitan: a veces ocurre que cuando se han enganchado en la pelea o los celos, no son capaces ya ni de recordar que es lo que originó el enfado. Que sientan que estás ahí en ese momento de dificultad, va a favorecer que puedan conectar con la emoción que les llevó ahí y poco a poco tu presencia los ayude a calmarse.
También nos parece importante sea cual sea la situación recoger a los dos hermanos. Piensa que ante cualquier conflicto SIEMPRE hay dos víctimas. Los dos se están sintiendo mal, tanto el que agrede como el que es agredido. Es importante recoger las necesidades de ambos. Acércate a los dos y dale valor a lo que están sintiendo e importancia a ambos, para ellos es vital.
Os vamos a compartir una frase que nos parece muy significativa.
Quiéreme cuando menos lo merezca porque es cuando más lo necesito
Lo más valioso que podemos ofrecer a los niños es nuestra presencia y atención. Que ellos sientan que estamos ahí.
Los niños están aprendiendo y necesitan nuestro AMOR INCONDICIONAL para poder calmarse ante su malestar y sentirse seguros.
Este trabajo que hagamos como adultos responsables nos va a abrir el camino hacia tres pilares que los van a ayudar a transitar y saber gestionar lo que aparezca en sus vidas:
- Sentirse valioso
- Conservar su autoestima
- Sentirse seguro
¿A que te encantaría ver que tus hijos se sienten así?
Para finalizar os queremos decir algo, los conflictos son naturales y necesarios pero podemos actuar y acompañar para que nuestros hijos puedan gestionarlos y que las peleas se minimicen.
Los celos queremos desvelarte que quizá aunque aparecen, no es algo natural. Trabajar la presencia real con cada uno de nuestros hijos, hará que se sientan importantes y seguros y no tendrán que reclamar la presencia que biológicamente todos necesitamos. El pasar tiempo en exclusiva con cada uno de tus hijos nos parece vital. Sentirá que es importante para ti y eso va a confirmar que lo amas. ¿Qué mejor regalo?
Si las necesidades tanto físicas como emocionales de un niño están satisfechas no necesitará expresar malestar para reclamarlo.
Si sientes que necesitas ser acompañada en tu maternidad o tienes alguna dificultad concreta:
Esperamos que esto te inspire en el camino de conectar corazones en el hogar.
Un cálido abrazo.
Deja una respuesta